Los textos que se editan en este blog desvelan el fundamento histórico de diversas leyendas y relatos que pueden encontrarse en las fuentes clásicas grecorromanas. Como autor que investiga estas relaciones entre la mitología y la historia, he sido colaborador de la revista HISTORIA-16 entre los años 2001 y 2007 y he publicado, hasta el momento, los siguientes libros:
"La Guerra de Troya: más allá de la leyenda". Ed. Oberón (Grupo Anaya), 2005.
"La Guerre de Troie: au-delà de la légende" (trad. al francés). Ed. Ithaque, 2008.
"Los Hijos de Breogan: historia y leyenda de los pueblos célticos". Ed. Cultivalibros, 2012.

lunes, 28 de mayo de 2012

EL NOMBRE DEL DIOS MARTE

Se considera normalmente que el nombre del dios romano de la guerra, Mars o Marte, procede del término latino “mas” que significa “macho”, por el hecho de que la guerra ha sido una actividad tradicionalmente desempeñada por los varones. El primer erudito que defendió esta idea fue Isidoro de Sevilla, quien vivió entre los siglos VI y VII. No obstante, H. Wagenvoort apuntó en 1956 otra etimología diferente para el nombre de Marte, que resulta más aceptable. Este autor se basó en un texto escrito por el romano Claudio Eliano, el cual relata que la tribu itálica de los ausonios creía descender de un legendario personaje, mitad hombre y mitad caballo, que se llamaba Mares. Eliano indica, además, que el propio nombre de Mares significa “hombre-caballo”, y por eso creía este autor que su naturaleza mixta provenía de haber sido el primer hombre en montar a caballo.

La semejanza entre el nombre de Mares y el de Mars, la forma original del teónimo Marte, resulta evidente, pero también hay que señalar la auténtica existencia de una raíz mar- en las lenguas indoeuropeas que significa “caballo”, tal como decía Claudio Eliano. Esta raíz se encuentra, por ejemplo, en el término inglés “mare” que significa “yegua” y en la palabra “march” de la antigua lengua celta de Gales, que se traduce asimismo como “caballo”. Se sabe, por otra parte, que los ausonios (también conocidos como auruncos) habían ocupado un territorio situado al sur del Lacio, en la región de Campania. Otro pueblo vecino de los latinos fue el de los etruscos, establecidos en la región de Toscana, y aunque su dios de la guerra se llamaba Laran, los etruscos también creían que Laran tenía un hijo llamado Maris, una posible asimilación del dios Mars o Marte que fue venerado más al sur.

Si bien es cierto que caballo en latín se dice “equus”, otro término de origen indoeuropeo, la etimología propuesta para el nombre de Marte está justificada porque el caballo constituyó en la antigüedad una eficaz ayuda para el guerrero. Durante el II milenio a C se utilizó como animal de tiro en los veloces y ligeros carros de guerra, y posteriormente se desarrolló entre los pueblos indoeuropeos la equitación y la intervención directa de los jinetes en los combates.

En la mitología griega encontramos a otro personaje llamado Marsias, cuyo nombre también se asemeja al de Mars/Marte, y este personaje era un sileno, es decir, una criatura legendaria que en las más antiguas representaciones se caracterizaba por tener orejas y cola de caballo. En tiempos más recientes, sin embargo, el sileno o sátiro pasó a ser imaginado como una mezcla de hombre y de cabra. También se decía del rey Mark de Cornwall, un personaje de las leyendas célticas medievales, que tenía orejas de caballo, puesto que su nombre significa justamente “caballo” en lengua celta.

Cabe señalar, como último dato, que entre los festivales celebrados por los romanos en honor del dios Marte se encontraban los “Equirria”, que consistían en un desfile de caballos y una competición de carros de guerra durante los cuales se sacrificaba, junto al altar del mismo dios, a uno de los caballos que habían ganado la carrera anterior.

En base a estas consideraciones, es mucho más probable que Marte fuese originalmente un dios “equino” o un dios de los caballos, relacionado por ello con la guerra, a que su nombre significara “macho” o “varón”. Entre los actuales nombres españoles tenemos algunos que derivan del teónimo Marte, como Martín, Marcial, Marco y Marcelo, y por ello podríamos aplicarles la misma etimología que a Marte.

BIBLIOGRAFÍA:

Claudio Eliano. “Varia Historia”, IX, 16.
Hermansen, G. “Mares, Maris, Mars, and the archaic gods”, en “Studi Etruschi” nº 52, 1984, págs. 147-164.
Isidoro de Sevilla. “Etimologías”, Libro V, 33, 5.
Wagenvoort, H. “The origin of the Ludi Saeculares,” en “Studies in Roman Literature, Culture and Religion”, págs. 193-232. Leiden : Brill, 1956.

Nota: El copyright del artículo "El nombre del dios Marte" pertenece a Carlos J. Moreu. El permiso para volver a publicar esta obra en forma impresa o en Internet ha de estar garantizado por el autor.

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