Los textos que se editan en este blog desvelan el fundamento histórico de diversas leyendas y relatos que pueden encontrarse en las fuentes clásicas grecorromanas. Como autor que investiga estas relaciones entre la mitología y la historia, he sido colaborador de la revista HISTORIA-16 entre los años 2001 y 2007 y he publicado, hasta el momento, los siguientes libros:
"La Guerra de Troya: más allá de la leyenda". Ed. Oberón (Grupo Anaya), 2005.
"La Guerre de Troie: au-delà de la légende" (trad. al francés). Ed. Ithaque, 2008.
"Los Hijos de Breogan: historia y leyenda de los pueblos célticos". Ed. Cultivalibros, 2012.

martes, 29 de mayo de 2012

LOS DIOSES DEL OESTE PENINSULAR

Los dioses llamados Bandua, Coso, Navia y Reve fueron venerados en el occidente peninsular antes de la difusión del cristianismo, y su culto tuvo que haberse iniciado en la época prerromana. Los nombres de estas cuatro deidades son indoeuropeos, pero no puede excluirse la posibilidad de que los pueblos que les rindieron culto hablasen una lengua celta y fuesen, por tanto, tribus de origen céltico.

Respecto a Bandua, este teónimo está relacionado con la raíz indoeuropea *bhendh que significa “atar” o “ligar”, como el término inglés “bind”. Tal denominación puede tener su origen en los juramentos que debían de hacerse ante aquel dios, los cuales “ataban” o comprometían a sus adoradores. El término latino y español “banda”, relativo a una coalición de hombres, también está relacionado con la misma raíz lingüística, y por ello es probable que existiesen antiguas hermandades de guerreros consagrados a Bandua entre la población occidental prerromana. Un nombre muy parecido al de Bandua lo encontramos en el de la diosa Bendis, venerada en Tracia (la actual Bulgaria).

En el diccionario de la lengua protocéltica, elaborado por la Universidad de Gales, encontramos el término “bando-koro” traducido al inglés como “wattled fence” (cercado de zarzas), pero la palabra “wattle” (traducción de “bando”) significa “entrelazar”, además de “zarza” y “enzarzar”. Esto nos indica que la raíz indoeuropea *bhendh, de la cual deriva el teónimo Bandua y el protocéltico “bando”, también pertenecía al léxico de las lenguas célticas. Por otra parte, el nombre del dios Bandua aparece en algunas inscripciones con epítetos célticos como Roudeaco y Veigebreaeco. Aunque este dios no está documentado en otros países celtas europeos, es perfectamente posible que su culto se practicase entre poblaciones peninsulares que hablaran una lengua céltica. Hay que tener también en cuenta que, de acuerdo con algunos datos arqueológicos, los celtas de la cultura centroeuropea de Hallstatt estuvieron en contacto con una población tracio-cimeria durante el siglo VIII a C, lo cual podría explicar la gran semejanza entre los nombres de Bandua y Bendis.

Otra posibilidad es que un grupo indoeuropeo de la cultura de los Campos de Urnas hubiese introducido el culto a Bandua en el área central de Portugal (valle del Tajo) alrededor del siglo VII a C y posteriormente se difundiese hacia el norte, llegando a ser también venerado por las tribus célticas de Gallaecia. 

En cuanto a Coso, el nombre de este dios sí que está documentado fuera de nuestra península, concretamente en el suroeste de Francia, que es la región desde donde se debieron desplazar los celtas que penetraron en la Península Ibérica. Una inscripción latina hallada en Aquitania menciona a este dios con el nombre de Cososo y lo asimila a Marte, dios romano de la guerra.

El teónimo debe de estar relacionado con el término gaélico “cos”, “cas” o “cass”, que significa “apresurado, rápido, precipitado, impetuoso”, refiriéndose seguramente a la forma que tenían los guerreros celtas de atacar a la carrera o de cargar temerariamente contra el enemigo. De este modo, el nombre del dios Coso sería una alusión al ímpetu guerrero, que los celtas debían de invocar al entrar en batalla. El término lo encontramos en el nombre de un famoso caudillo britano, Cassivellauno (el que ataca o carga con fuerza), o en el del rey irlandés Cormac Cas (Cormac el impetuoso). También se conocen tribus de la Galia llamadas cassios, viducasses, veliocasses y tricasses.
El término castellano coso, además de referirse a un lugar cerrado donde se corren y lidian toros, ha sido relacionado con el latín “cursus” (curso, carrera, corriente). Resulta igualmente interesante que, en el diccionario Xerais de la lengua gallega, se define la palabra coso como “velocidad” o “ímpetu” (en una de sus acepciones).

Entre los epítetos que se aplican a Coso en las inscripciones encontramos Vacoeaico (que significa “luchador”, como el nombre de los vacceos) y Oenaego (relacionado con el término gaélico “óenach”, que significa “asamblea”). J. C. Olivares Pedreño planteó la hipótesis de que Coso y Bandua fuesen dos nombres alternativos de un mismo dios de la guerra galaico-lusitano, asimilado por los romanos a Marte.

En tercer lugar tenemos a la diosa Navia. Su nombre deriva de una raíz indoeuropea que significa “concavidad” y se encuentra en el término español “nava” (una especie de valle o llanura entre montañas) y en la palabra “nave” (aplicada a un barco por la forma cóncava de su casco). Este término indoeuropeo debió de ser adoptado por los antiguos vascos, pues valle o nava también se dice “naba” en euskera. Ahora bien, L. Curchin señala que el término gaélico “nau” significa asimismo “nave” y el sánscrito “navya” significa “arroyo”, y también dice que esta raíz se encuentra en varios hidrónimos de Europa, incluyendo los de nuestra península y algunos otros de las Islas Británicas y Alemania. Se puede concluir entonces que la población que introdujo en la Península Ibérica el culto a la diosa Navia, relacionada con las cuencas de los ríos y con los valles, lo mismo podría ser céltica que indoeuropea no-céltica.

Por último se encuentra el dios Reve, cuyo nombre está probablemente relacionado con el término “ré” de la lengua celta de Irlanda, el cual significa “luna” y “tiempo”. El calendario utilizado por los celtas contaba las noches, en lugar de los días, por lo que debían de dar mucha importancia a los ciclos de la luna para medir el tiempo. En relación con esto, el geógrafo Estrabón cuenta en su obra (III, 4, 16) que los celtíberos hacían sacrificios a un dios innominado en las noches de luna llena, como si su nombre fuese tabú para ellos, y quizás se tratase de la misma divinidad lunar que los celtas asentados en el oeste peninsular hubieran conocido como el dios Reve o Reue.  

BIBLIOGRAFÍA:

Brañas Abad, Rosa. “Entre mitos, ritos y santuarios: Los dioses galaico-lusitanos”, en “Los pueblos de la Galicia céltica”, págs. 377-443. Madrid: Akal, 2007.
Curchin, Leonard A. “Los topónimos de la Galicia romana: Nuevo estudio”, en Cuadernos de Estudios Gallegos nº 121, 2008, págs. 109-136.
Olivares Pedreño, Juan Carlos. “El díos indígena Bandua y el rito del toro de San Marcos”, en Complutum nº 8, 1997, págs. 205-221.
www.wales.ac.uk/Resources/Documents/Research/CelticLanguages/ProtoCelticEnglishWordlist.pdf (diccionario de lengua protocéltica de la Universidad de Gales)
www.ceantar.org/Dicts/MB2/index.html (diccionario de lengua gaélica de A. MacBain)
http://www.clanmacrae.ca/documents/gaelic-a.htm (diccionario de lengua gaélica elaborado por el clan MacRae)


Nota: El copyright del artículo "Los dioses del oeste peninsular" pertenece a Carlos J. Moreu. El permiso para volver a publicar esta obra en forma impresa o en Internet ha de estar garantizado por el autor.

1 comentario:

  1. Bandido y bandolero y formar bandas armadas es un derivado de
    BANDUA.
    Acosar es un derivado de COSO..
    ( COSSOS ).....un saludo amigo.

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