Los textos que se editan en este blog desvelan el fundamento histórico de diversas leyendas y relatos que pueden encontrarse en las fuentes clásicas grecorromanas. Como autor que investiga estas relaciones entre la mitología y la historia, he sido colaborador de la revista HISTORIA-16 entre los años 2001 y 2007 y he publicado, hasta el momento, los siguientes libros:
"La Guerra de Troya: más allá de la leyenda". Ed. Oberón (Grupo Anaya), 2005.
"La Guerre de Troie: au-delà de la légende" (trad. al francés). Ed. Ithaque, 2008.
"Los Hijos de Breogan: historia y leyenda de los pueblos célticos". Ed. Cultivalibros, 2012.

miércoles, 30 de mayo de 2012

LOS LIGURES EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

Los llamados ligios o ligures fueron un antiguo pueblo que ocupaba, en la época romana, el noroeste de Italia y el sureste de Francia. La primera de estas regiones aún conserva el nombre de Liguria. De acuerdo con las fuentes latinas, los ligures no fueron completamente sometidos por los romanos hasta el siglo I a C, y 200 años después aún seguían hablando su propia lengua. Lo poco que se conoce sobre el antiguo ligur permite incluir a esta lengua en la familia indoeuropea, aunque era distinguible de la lengua céltica de los galos.

Siguiendo a otros autores griegos de los siglos V y VI a C, el romano Avieno relató en su poema “Ora Maritima” que los ligures ocupaban originalmente un territorio muy amplio del oeste de Europa pero fueron desplazados por los celtas, de modo que se refugiaron en los Alpes occidentales y en sus alrededores. Se puede deducir entonces que los ligures descendían de la más antigua población indoeuropea de occidente, anterior a la llegada de los celtas desde Europa central. Quizás podemos encontrar una huella de su antigua presencia en lo que hoy es Francia si observamos que el nombre del río Líger, el actual Loira, se parece mucho al de los ligures. No obstante, hubo grupos de ligures que acabaron mezclándose con los celtas, ya que existen unas cuantas referencias en las fuentes clásicas a los llamados celto-ligios.

Ahora bien, algunos autores llegaron a situar también a los ligures en Iberia. El geógrafo griego Eratóstenes (citado por Estrabón II, 1, 40) llamaba Ligústica a la Península Ibérica, y el historiador Tucídides nos indica en su obra sobre la guerra del Peloponeso (libro VI) que los ligures habían expulsado a los pobladores iberos de la zona del río Sicano, el cual se identifica normalmente con el río Júcar o con el río Segre, ambos situados en el este de España. En el Periplo de Pseudo-Escílax, que originalmente se había atribuido al geógrafo Escílax de Carianda pero que fue escrito con posterioridad, se dice que los ligures vivían a continuación de los iberos y que su territorio se extendía desde lo que hoy es Cataluña hasta más allá del río Ródano. También se dice en esta obra que los iberos y los ligures vivían mezclados en algunas zonas, lo que permite suponer la existencia de unos ibero-ligures además de los celto-ligios anteriormente mencionados. La última información que conocemos sobre los ligures de Iberia la proporciona Esteban de Bizancio, un autor del siglo V d C que se basaba en textos más antiguos y se refería a Ligustina como una ciudad de los ligures localizada en Iberia occidental y muy cerca de Tartessos. En esa misma región sitúan otros textos un lago llamado Ligur o Ligustino, homónimo de aquella ciudad.

Así pues, las fuentes clásicas localizan a ciertos grupos de ligures en el noreste de la Península Ibérica, más o menos entremezclados con los iberos, y también en el suroeste de la península, junto al legendario pueblo de los tartesios. Teniendo en cuenta que los ligures eran originalmente un pueblo diferente a los iberos y a los celtas y que habían ocupado una gran parte del occidente europeo en una época anterior a la Edad de Hierro, se les puede identificar con la población prehistórica que difundió la cultura de los Campos de Urnas en Europa occidental. Esta cultura, caracterizada por el rito funerario de la incineración, se había iniciado en el este y centro de Europa a finales de la Edad de Bronce y, después de expandirse hacia el oeste, se difundió por la Península Ibérica entre 1100 y 600 a C. Su penetración se produjo, al parecer, a través de los Pirineos orientales, extendiéndose por Cataluña, Aragón y Levante, que son justamente las regiones donde los autores griegos situaban a esos ligures de Iberia; y en una fase posterior, los difusores de esta cultura ocuparon las dos mesetas. En la región portuguesa donde desemboca el río Tajo se ha identificado igualmente una cultura muy relacionada con la de los Campos de Urnas, la cual empezó a desarrollarse alrededor de 700 a C y es conocida como la cultura de Alpiarça. Éste sería, por tanto, el límite occidental de la expansión de los Campos de Urnas, y se da la circunstancia de que la zona de Alpiarça se encuentra bastante cerca del territorio que controlaban los tartesios en Andalucía y Extremadura.

La relación de los antiguos ligures con la cultura de los Campos de Urnas puede comprobarse en un texto de Herodoto (VII, 72) quien denominó igualmente ligios (la forma griega del término ligures) a un pueblo establecido en el noroeste de Anatolia, el cual debía de haberse desplazado hasta esa zona desde la región europea de los Balcanes, en compañía de los frigios y otras tribus, a finales de la Edad de Bronce.

Por otra parte, diversos lingüistas han identificado en la antigua toponimia peninsular un sustrato indoeuropeo que consideran más arcaico que el celta, y al que unos denominan sustrato “ilirio” y otros lo llaman sustrato “ligur”. No obstante, los antiguos topónimos de la Península Ibérica suelen ser conocidos a través de las fuentes clásicas escritas en la época romana, y por ello no podemos estar seguros de que ciertos nombres indoeuropeos procedan de ese primitivo sustrato ligur o sean debidos, en cambio, a la propia presencia de los romanos y sus aliados itálicos en nuestra península.

Con respecto al posible asentamiento de ligures en el suroeste, en esa zona se encontraron tres inscripciones de época romana escritas en una extraña lengua indoeuropea, más próxima a las lenguas itálicas que a las célticas pero diferente del latín. En una de ellas se hace referencia a unos “veamini-cori”, o guerreros veaminos, y resulta que los ligures establecidos en la zona de Niza eran igualmente conocidos como veaminos. Tampoco en este caso se puede afirmar con rotundidad que las citadas inscripciones hubiesen sido realizadas por unos ligures establecidos en la Península Ibérica varios siglos antes (relacionados quizás con la cultura de Alpiarça) y que no fueran escritas por un contingente de ligures veaminos incorporados al ejército romano en una época más reciente.

Volviendo a la cultura de Alpiarça, desarrollada en el suroeste peninsular entre los siglos VII y IV a C, la “Ora Marítima” de Avieno hace referencia a un antiguo pueblo de Iberia al que denomina los cempsos y localiza justamente en la zona donde desemboca el río Tajo. Decía además Avieno en su descripción de la Península Ibérica, basada en fuentes griegas muy antiguas, que los cempsos habían llegado a ocupar la isla de Cartare, situada en pleno territorio de los tartesios, y que los pueblos pertenecientes a la raza de los cempsos se extendían “hasta las regiones de la montaña pirenaica”. Otro autor helénico conocido como Dionisio Periegeta también menciona en sus versos a “los cempsos que habitan al pie de los Pirineos”, a los cuales relaciona asimismo con Tartessos.

Teniendo en cuenta que el nombre de los cempsos es muy similar al de Compsa, una antigua ciudad de Italia que perteneció a la tribu indoeuropea de los samnitas y que actualmente se llama Conza, podemos deducir que los cempsos establecidos en Iberia eran a su vez un pueblo indoeuropeo que pertenecía al mismo grupo étnico que los ligures, lo cual explica que también habitasen la zona situada junto a los Pirineos orientales. Cempsos y ligures serían por tanto los pueblos que penetraron en nuestra península alrededor de 1100 a C y llegaron en su posterior expansión hasta el suroeste ibérico, estableciendo así contacto con los tartesios.

Una prueba arqueológica de su presencia en esta zona se encuentra en las llamadas estelas del suroeste, que pueden ser datadas en el siglo VII a C. Dichas estelas están grabadas con representaciones esquemáticas de guerreros, y en su armamento se observa una curiosa mezcla. Si bien los carros y cascos adornados con cuernos han de tener un origen oriental y por ello deben de pertenecer a los propios tartesios, quienes comerciaban con otros pueblos del Mediterráneo, el resto de las armas (espadas, escudos redondos y cascos con cresta) son de un claro origen europeo y podrían pertenecer a mercenarios cempso-ligures que se hubiesen puesto al servicio de la monarquía tartésica, atraídos por sus riquezas. Hay que señalar, además, que se ha encontrado una estela muy similar a las del suroeste en la provincia de Zaragoza, por donde se había extendido inicialmente la cultura de los Campos de Urnas. Algunos historiadores han considerado que los guerreros de armamento europeo representados en las estelas del suroeste eran celtas, pero los restos arqueológicos indican que los celtas no llegaron a esa zona hasta el siglo V a C, unos 200 años después de que lo hiciera el pueblo que introdujo la cultura de Alpiarça.

A la luz de estos datos, se puede concluir que la difusión de la cultura de los Campos de Urnas en la Península Ibérica, producida aproximadamente entre 1100 y 600 a C, está relacionada con los movimientos migratorios de unos pueblos indoeuropeos que pertenecían a un grupo étnico llamado “ligur”. Estos ligures se mezclaron en la franja costera del noreste peninsular, incluyendo la región levantina, con los anteriores pobladores iberos, de modo que la lengua ibérica (no perteneciente a la familia indoeuropea) se pudo conservar en esa zona. Los ligures llamados cempsos, que se asentaron posteriormente en el suroeste (Extremadura, noroeste de Andalucía y una extensa zona de Portugal) también llegaron a mezclarse con el pueblo ibérico de los tartesios durante los siglos VII y VI a C. De este modo, los habitantes de la Península Ibérica en la época prerromana no sólo fueron las tribus iberas y celtas sino también los ligures, así como las poblaciones mixtas de ibero-ligures, celto-ligios y celtíberos.


Nota: El copyright del artículo “Los ligures en la Península Ibérica” pertenece a Carlos J. Moreu. El permiso para volver a publicar esta obra en forma impresa o en Internet ha de estar garantizado por el autor.

10 comentarios:

  1. Hola,

    las pruebas de adn recientes en italianos de la zona de los ligures han demostrado que son celtas del haplogroup z-56, el cual desciende del haplogroup u-152 (celta alpino).

    Por tanto algunas de tus explicaciones son incorrectas.
    Por ejemplo, esta:"Se puede deducir entonces que los ligures descendían de la más antigua población indoeuropea de occidente, anterior a la llegada de los celtas desde Europa central".

    Las pruebas de adn han dejado la historia y las deducciones anteriores en muchos casos patas arriba.

    Saludos,

    Juan Carlos B. (genetista)

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  2. Hola, Juan Carlos

    Muchas gracias por tu comentario, que es muy interesante.

    No obstante, veo un problema en ese estudio genético que mencionas. Si no he entendido mal, el estudio se ha hecho tomando muestras de los habitantes actuales de Liguria, y no en base a los restos biológicos de los ligures que vivían a principios de la Edad de Hierro (que seguramente son muy difíciles de obtener).

    Como he dicho en mi artículo, “hubo grupos de ligures que acabaron mezclándose con los celtas, ya que existen unas cuantas referencias en las fuentes clásicas a los llamados celto-ligios.”

    De hecho, el norte de Italia fue conquistado por tribus celtas de la Galia alrededor de 390 a C, es decir, en una época más reciente. Tal es el origen de la Galia Cisalpina, que también es denominada “Galia Itálica” por algunos historiadores, como puedes ver en el enlace http://es.wikipedia.org/wiki/Galia#Galia_Cisalpina
    En ese mismo enlace (un poco más abajo) se dice que toda la franja costera mediterránea que va desde Liguria hasta los Pirineos formó igualmente parte de la Galia, de modo que la mezcla genética entre ligures y celtas debió de ser inevitable (aunque en algunas zonas se hubiera podido conservar la lengua y la cultura ligur hasta el siglo I de nuestra era).

    Por eso no sé hasta qué punto los indicadores genéticos (o haplogrupos) que relacionan a los actuales habitantes de Liguria con los celtas demostrarían que los antiguos ligures eran descendientes directos de los celtas alpinos. Así y todo, el hecho de que ligures y celtas fuesen dos pueblos indoeuropeos implica que ambos grupos debían de tener un cierto parentesco étnico y genético que se remontaría a los inicios de la Edad de Bronce.

    En mi opinión, los estudios genéticos son muy útiles para la investigación histórica, pero sigue siendo conveniente hacer una aproximación interdisciplinar. Es decir, que yo prefiero combinar esos estudios genéticos con la información que proporcionan las fuentes históricas y los datos arqueológicos.

    Vuelvo a agradecerte tu interés por este blog. Un cordial saludo.

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    1. Carlos,tu razonamiento es correcto.Los ligures actuales son descendientes de la galia cisalpina romana lombardos,vénetos y otras tribus germano/celtas llegados de las estepas rusas,se extendieron en el interior de los limes y compartian territorio con pueblos germánicos de jutlandia,polonia,regiones bálticas,bretonas etc.conquistaron territorios romanos y la propia roma,los ligures que llegaron a la peninsula lo hicieron antes de las invasiones del norte de europa.Los romanos los conservaron como foederati llegando hasta a pagarles tributos cuantiosos para que abandonaran ravenna,la nueva capital.saludos

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  3. Hola de nuevo,

    Estamos hablando de un tema que no ofrece discusión, son pruebas genéticas.

    Los test realizados a los restos de los ligures han dado haplogroup z-56 (mutación del haplogroup u-152), el adn de los restos de Hallstatt y La Tene.

    Esto es un resultado que no es discutible. No son teorías de historiador, donde cada uno tiene la suya. Es eso y punto, como cuando se hacen pruebas de paternidad.

    Un saludo cordial.

    Juan Carlos B. (genetista)

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  4. Los ligures eran descendiented de una tribu germanica, los Ambrones que con el paso del tiempo puede haberse mezclado con los celtas que màs tarde vivian en toda la franja tirrenica hasta el Pirineo. El hecho de que hoy se encuentre ADN celta en los ligures actuales, no quiere decir que no hayan tenido antepasados con ADN diferente ni que en el ADN actual no quede rastro del antiguo

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    1. Los saludo desde Rosario, Argentina . Me llamo Ricardo Càmpora y soy descendiente de genoveses ( por lìnea paterna ). Tanto el estudio històrico, como el aporte del genetista los considero muy importantes para poder ir desentrañando el origen de la poblaciòn de Gènova. Veràn, mi abuelo se llamaba Egidio en honor a un general romano del mismo nombre . Generaciòn tras generaciòn se transmitiò en mi familia, la "leyenda" de que somos descendientes de aquel antiguo militar .
      Mi interès en el origen del pueblo de Gènova, asì como de mi apellido, se basa en deseo transmitir a mis descendientes todo lo que pueda averiguar al respecto, con la esperanza de que ellos/ as aporten con màs conocimientos en su època futura . Desde ya muchas gracias .

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    2. 5 de mayo de 2017, 17:07

      No tienes ni idea de ADN, las afirmaciones que escribes son acientíficas y falsas por completo.

      Dices: "El hecho de que hoy se encuentre ADN celta en los ligures actuales, no quiere decir que no hayan tenido antepasados con ADN diferente ni que en el ADN actual no quede rastro del antiguo".

      El Y-adn y el adn mitocondrial que tenemos todos se transmiten sin mezclas por vía paterna el primero (padre, abuelo, bisabuelo, etc.) y materna el segundo (madre, abuela, bisabuela, etc). Pasan de generación en generación sin mezclas. Por tanto, decir que "El hecho de que hoy se encuentre ADN celta en los ligures actuales, no quiere decir que no hayan tenido antepasados con ADN diferente" es una burrada pseudocientífica de una magnitud enorme.

      Antes de escribir, aprende. Una página. Familytreedna.com

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  5. Anónimo del 5 de mayo. Veo que aciertas en tu respuesta al indomentado que habla de aquello que desconoce. La genética ha tapado muchas bocas de historiadores dados a la especulación casi novelesca. Hoy un buen número de mitos históricos han sido liquidados por la genética. Otra web.

    eupedia.com

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  6. Me refiero a la acertada respesta del 26 de noviembre al mitómano del 5 de mayo.

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